31 de marzo de 2012

Venta ambulante



Le gustaba la venta ambulante en la misma medida que odiaba madrugar los sábados.

Y se vistió de blanco para ahuyentar los malos pensamientos, y el carmín en los labios borró la ultima huella de apatía que le quedaba.
Preparó la verdura en las cajas, escribió los carteles con su mejor letra y al terminar se sentó satisfecha a esperar.

Era principios de mes y la gente prefirió gastarse su dinero caliente en carne....

26 de marzo de 2012

Ella en el cementerio esperando ser ella



Ante un ataúd rodeado de gente ella solía crecerse y demostrar lo valiente que no era.
Todos se sorprendían de una entereza que no le pertenecía, que era prestada o robada a algún extraño que pasaba por allí.
Y ella vestida de negro, negro muerto.
Ella con la llave de la caja de madera que contenía el cuerpo del que se iba para no volver.
Ella rezando por quedarse a solas en el cementerio y volver a ser la verdadera ella.

25 de marzo de 2012

Bagdad Cafe y el parque de caravanas



Hacía años que ningún cine ambulante se acercaba por nuestro parque de caravanas. Estábamos lejos de cualquier ruta comercial y ni el paisaje ni la temperatura invitaban a pasarse por aquí.

Aquel verano tuvimos una enorme tormenta de arena, y fue ésta, la que al calmarse, nos trajo de regalo un carromato destartalado con dos ancianas medio locas al volante.

Se quedaron una semana con nosotros. Vimos Bagdad Café hasta el aburrimiento y no volvimos a ser los mismos.

Ellas se fueron. Nosotros aprovechamos la caravana del difunto Arnaldo para convertirla en bar.

Y así seguimos...

24 de marzo de 2012

Laura en el espejo



Mi prima Laura odiaba jugar con las muñecas. Y con las casas de muñecas. Y también con las niñas que jugábamos con muñecas.
Ella pasaba horas delante de su espejo mientras se contaba las pecas marcadas con bolígrafo.
Al cumplir los 18 desapareció y mi tía me regalo su espejo.
Ahora soy adulta, he tirado las muñecas viejas y Laura es mi mejor amiga...

Fast food



La chica del fondo está riendo mientras escucha la conversación de la pareja sentada justo detrás.
El no para de bostezar y ella entra compulsivamente al baño tras cada mordisco de la hamburguesa que sujeta con una mano. Se limpia los labios al salir y la chica del fondo ya no oculta su sonrisa detrás de la servilleta de papel.
El es idiota y ella vegetariana....

El San Benito del cerdo



LLegar tarde a una cita no es propio de él, pero a él le importa un comino lo que su cita piense. La ha visto entrar, preguntar al camarero y ocupar la mesa reservada. Ha disfrutado viendo como ella miraba el reloj, como su nerviosismo se iba disolviendo en una copa de Chablis tras otra.
Una hora más tarde de la convenida, el placer ha sido sublime cuando los ojos de la mujer decepcionada se han ...puesto vidriosos.
Y no se ha movido, se ha quedado escondido dentrás del biombo de tela roja mientras ella se levantaba y corría hacia la puerta.
El ha sonreido con el último trago de champagne...
Ella ha vuelto del brazo de otro más joven y bello que él.
El ha dejado de sonreir y ha salido por la puerta de servicio.

Cintigrafía incorporada


Y aquella noche bebió demasiado y las escaleras del metro se convirtieron en un tobogán improvisado. Rodó como una moneda de 2 euros hasta que perdió el conocimiento.
Despertó en el hospital con el nervio óptico dañado y a partir de ese momento su visión del mundo cambió. La formas empezaron a modificarse tomando el aspecto de una cintigrafía.

Lo que antes era un problema ahora era una gran nada, porque nada era comparable al milagro de ser poseedor de una maquinaria tan compleja como su propio cuerpo.

Cancer



Oye tu, si tu, ese que tiene nombre de signo del zodiaco.
¿Pero que te has creído? ¿Qué puedes jugar sucio?
Eres el enemigo que no viene de fuera, eres el que se pasa de bando, hoy eres célula sana y mañana pierdes el norte y creces y creces y destruyes. Me das asco y no te perdono.

Prefiero a los malos con cara de malo...

De profesión, imitadora



No hago preguntas, conozco mi trabajo y se lo que se espera de mi.
Entro cada jueves en la habitación 618 del hotel George V con la discreción de alguien como yo. Me quito la ropa, la meto dentro de una bolsa y la deposito en la papelera. Me doy una ducha y me visto con el conjunto completo que han preparado para mi. Desde los zapatos hasta el perfume, todo está establecido y yo lo acepto así.
Cuarenta minutos después salgo disfrazada y sigo las indicaciones del sobre que está junto a las pulseras. En el ascensor me cruzo con ella y somos casi dos gemelas. Por el otro lado del pasillo aparece él, su amante....

Para cuellos...colores



No le gustaban los collares.
Decía que era imposible combinarlos correctamente con la anatomía de su cuello en los distintos momentos del día.
Por eso llevaba años coleccionando cuellos, cuellos intercambiables que se colocaba en lugar del suyo. Los buscaba entre mujeres de su edad y condición física de forma que el cambio no fuera excesivamente remarcable más allá de las cintas de sujección.
LLevaba un cuello simple para trabajar, uno carnoso y muy largo para las noches de pasión y para esos días de pereza se colocaba un cuello con bocio muy pero que muy hinchado...

23 de marzo de 2012

Papeles al vuelo



Querido,
Hoy he llegado tarde a clase y no porque me haya dormido.
A medio camino, cuando he visto mis apuntes de Derecho Procesal volando por la carretera, me he acordado de ti y de tus adorados trajes Brioni.
No los busques, los perros de la protectora siempre están necesitados de relleno para sus camitas.
Volveré de madrugada, así que no hace falta que me esperes con una cena arsénica.
Esto de la infidelidad sorprendentemente me quita siempre el apetito.

Casa de muñecas en llamas



La pequeña Clara es una niña preciosa, hija única y amante de las llamas.
Le gusta llevar los vestidos de color rosa que le pone su mamá, sentarse en el regazo de su papá y jugar con su mechero.
También le gusta hacer hogueras en el jardín, en la bañera de su cuarto y debajo de las faldas de las niñeras.
Hoy no tenía papel, ni cartón, ni leña, por eso ha quemado...su casa de muñecas.

Arturo



Esto no es lo que parece, porque si lo fuera, entonces todo sería distinto.
Se llama Arturo, y se llama así por poco tiempo. Pronto será otro, será otra y pronto dejará de usar ese nombre que tanto odia.
El dice que está en el horno, que es como un bizcocho de fresa y chocolate con ganas de comerse el mundo o de que el mundo entero se lo coma.

Venas al corte


Ni se te ocurra pensar que ésto lo hago por ti.
No te mereces la cuchilla oxidada que utilizo, ni el agua caliente de la bañera. Tampoco los gritos y las lágrimas de los míos. Ni la sirena de la ambulancia ni la carta de despedida que te estoy escribiendo...

Pelucas



Desde el mismo día que aquella peluquera novata me quemó el pelo, soy una mujer pegada a una peluca.
Para mi no es un complemento que puedo combinar con el bolso, es algo tan necesario como la cortisona inhalada sin la cual no podría vivir.
Tengo 23 pelucas. La mayor parte de cabello largo y liso. Tres son de pelo corto con flequillo, el look que menos me favorece. Estas solo las utilizo los jueves por la tarde, cuando nos sentamos en círculo alrededor de la Dra. Gómez.
Yo no suelo hablar. Prefiero mirar los barrotes de las ventanas y arrancarme mechones del pelo de mi peluca.....

Una maleta dice mucho


En su maleta sólo encontramos ésto...
Y ésto es lo que su propietaria había estimado como fundamental para pasar una larga temporada en nuestro establecimiento dedicado al reposo.
También sabemos que esta maleta nunca fue abierta, que su dueña ni siquiera llegó a su habitación en la segunda planta, que se arrojó desde la ventana del descansillo del primer piso.
Nadie preguntó por ella, nadie vino nunca a recoger sus cosas. A veces pensamos que la dueña de la extraña maleta nunca existió...

Yo la rubia



Odio a ese tipo, y a todos los tipos como ese. Me miran como si el color de mi pelo fuera el reflejo de mi cerebro. Me ha dicho que me espera en el bar del hotel, junto a la piscina climatizada. No voy a ir. Bueno, vale, voy pero no me apetece.


Al llegar me entrega la llave de la 618. Sonrió y me largo. En el pasillo otro tipo mira y yo, la rubia, le doy la llave...

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