La discreción está en el color

Me dijo que me fuera tranquila, que él se encargaría de todo. No me dejo comprar la pintura. Estaba dispuesto a pagar todos los gastos de reparación del salón, al fin y al cabo, su pasión desmedida por las velas había terminado con un incendio.

Si llego a saber que era daltónico con una deuteranomalia severa, de elegir el color me hubiera encargado yo...

Una fotografía X

Es un personaje de lo más extraño, un bicho raro, la última persona del mundo que querrías tener como vecino.

Vale. Para que mentir. Este tipo es mi vecino.

Buen aspecto y un trabajo en el Hospital Universitario. La rara avis es radiólogo y separado y tiene una hermana que lo odia.

Compartimos señora de la limpieza y la pared de mi baño.

A veces mientras estoy en la bañera lo escucho. Me espía. Me ha dedicado esta foto ....foto X.

El tanapractor y las momias

Era un tipo normal, delgaducho, alto y con anillos en los dedos pulgares.

No solía hablar demasiado, pero ésto no era un problema para sus clientes; estaban todos muertos.

Solía beber cerveza directamente de la botella en un bar cercano a su casa. La camarera del bar era tonta y con el pelo negro, pero hablaba cinco idiomas. Se hicieron amigos hablando en ruso.

El le confesó que era tanatopractor y la invitó a cenar.

Al ver la cena sobre la mesa ella se declaró vegana.

 

Semana Santa en el convento

La institución para la que trabajo, aprovechando la Semana Santa, me ha enviado al convento de las Angélicas para vivir la clausura desde dentro.

Debo agradecer a todas la hermanas y en especial a la abadesa, el haber actuado como si yo no estuviera, como si mi presencia no alterara ni lo más mínimo la vida del convento.

En unas semanas el artículo estará preparado y tal y como les he prometido, con la venta del mismo compraremos un nuevo horno para la antigua cocina de Sor Avelina.

Mi cerdo está deprimido

Tengo un cerdo deprimido.

Si, así es. Mi cerdo Wally lleva días sin ser el mismo.

Hoy me ha confesado que nació cerdo pero se siente vaca, vaca lechera.

Yo no soy quien para juzgarlo.

He tenido que bañarlo, ponerle un cencerro y sacarlo al prado. Quiere que lo pinte de blanco con manchas negras. Qué le enseñe a dar leche y a decir muuuuuuu en lugar de moick-moick.

Le he puesto unos patucos y ahora me voy pitando a por pintura.

Desayuno sevillano

Desde que salió del orfanato trabaja como interna en casa de una buena familia sevillana.

De lunes a viernes se ocupa de la limpieza, los sábados libra, y los domingos y festivos es dueña de la cocina.

Hoy ha preparado el desayuno para los señores, zumos naturales, pan de miel, fruta y embutidos artesanos.

Qué pena, la pobre huérfana ha olvidado que esta casa no se come queso.

En fin, por no tirarlo tendrá que comérselo ella...menos mal que le gusta con locura...

Un panda desdoblado

Soy un oso. Soy chino y una especie en extinción.

A veces cuando me siento solo me meto en el agua , y así, de repente, me convierto en dos.

Sábado de Gloria

Hoy, después de meses de aislamiento, Gloria ha tomado la decisión de salir a la calle.

Fuera de su apartamento Gloria siente que le falta el aire, que se va a desmayar en cualquier momento. Se le nubla la vista, tose, quiere morirse.

Y es que Agorafobia y ella se han hecho amigas del alma, tan inseparables que han construido una muralla china entre ellas y el resto del mundo.

Y de repente hoy la radio ha hablado del sábado de Gloria, y Gloria ha pensado que era la excusa perfecta para que hoy hablaran de ella.

Ha salido a la calle, ha cambiado la muralla de piedra por una endeble protección de cartón.

Mi amiga...la chica elefante

Era mi compañera de cuarto en el internado. La única persona que hablaba mi idioma entre una legión de niñas que se comunicaban en ruso.

Era mi amiga, la chica elefante, la única que tenía tenía permiso para ir a clase con trompa.

Las soviétivas la odiaban y yo odiaba a las soviéticas, por eso nos hicimos tan íntimas que hasta un día me dejó ser ella.

Me puse un vestido blanco, sus zapatos y con la trompa me paseé por el colegio luciendo el estatus que otorga el ser alguien diferente.

El espejo es el asesino

Ella se mira al espejo todos los días, se mira al levantarse y después del desayuno. Se toca y solo encuentra grasa que no soporta. Bebe agua para quitarse el hambre y vuelve a su cuarto para mirarse la barriga; tiene miedo de pensar si habrá aumentado.

Ahora ya no come, y si la obligan come, pero luego lo vomita en el baño sin hacer apenas ruido. Es una diosa en el arte del engaño.

Ella ya no se quiere, no se quería antes con su tripa prominente y tampoco se quiere ahora cuando las costillas le conforman un vestido de desamparo.

Ya no es dueña de si misma. Se ha perdido.

Su espejo es el asesino.

Lavandería sin ti

Lavo tu ropa compulsivamente como si quisiera borrar las manchas que ya no caerán sobre ella. Doble de jabón y suavizante para alargar mi visita diaria a la lavandería que ya no necesito.

Parezco idiota haciendo como si todavía estuvieras en casa. Como si no te hubieras largado con esa que traía la ropa sucia plegada.

Me das asco, me doy asco, solo disfruto sabiendo que has tenido que renovar tu armario porque yo había comprado toda tu ropa.

Al irte yo misma te hice la maleta, pero solo metí la ropa sucia y vieja de nuestro bebé. Eso si, plegada.

Claudio y su bañera de hielo

Claudio es mi primo, y a pesar de serlo es casi un extraño.

De lunes a viernes su colegio se llama Frenopático. Allí no estudia ni hace examenes, sólo pasa el tiempo entre bañeras de hielo. Dicen que no habla, que su mirada está siempre perdida en un techo gris lleno de manchas grises.

Los sábados mi tía va a recogerlo y lo trae envuelto en una manta gigante en la que él se siente a salvo. Se queda en su cama y se alimenta con galletas cuadradas de queso. A veces se ríe solo.

El primer domingo de cada mes mis hermanos y yo pasamos la tarde en su casa. Sin que nadie nos vea llenamos cubos con agua helada y jugamos a meter las manos. El nos dice que solo así podremos prevenir la locura...